HIROSHIMA Zona interior de Hiroshima Magníficas gargantas que descubrir

Un poco más hacia el interior, hacia el noreste de Hiroshima, accederás a colinas onduladas y a una belleza natural impresionante y virgen. En la zona hay destinos paisajísticos como la garganta de Taishaku y la garganta de Sandankyo.

La forma más rápida y sencilla de llegar a la zona es en coche desde Hiroshima  y se tarda unas dos horas..

Para llegar a la garganta de Taishaku, puedes tomar un tren o bien un autobús desde Hiroshima hasta la estación de Tojo en la línea JR Geibi en aproximadamente dos horas. Desde la estación de Tojo, toma un autobús de la línea Shiju hasta la garganta de Taishaku . Para llegar a la garganta de Sandankyo , puedes tomar un autobús desde la terminal de autobuses de Hiroshima.

De una belleza impresionante, la garganta de Taishaku y la garganta de Sandankyo son populares entre los visitantes nacionales, pero son joyas ocultas para los extranjeros. Es un lugar excelente para desconectar, acabar con el estrés y disfrutar de un Japón diferente.

Si te gusta el senderismo, asegúrate de visitar la garganta de Sandankyo y la de Taishaku . En la garganta de Sandankyo puedes montar en barco y alquilar canoas, y en Taishaku-kyo está el fantástico puente de piedra caliza natural, Onbashi . La zona está excepcionalmente hermosa en otoño, época en la que atrae a muchos visitantes locales con sus cámaras.

Otra actividad recomendada es alquilar una bicicleta y recorrer los 20 kilómetros del valle de Taishaku, parando en el templo Taishakuten Eimyoji por el camino. La sala principal del templo se encuentra en los acantilados de piedra caliza del monte Sekiun, un impresionante telón de fondo para este templo budista, originalmente establecido en el siglo VIII. Las tallas del período Azuchi-Momoyama (1573-1603), en la sala principal, son especialmente hermosas.

El río Taishaku desemboca en el lago Shinryu, donde se puede navegar barco: el recorrido dura unos 40 minutos y cuesta 1500 yenes para adultos o 750 yenes para niños. Las aguas cristalinas del lago reflejan los tres hermosos puentes rojos que lo cruzan. Durante el otoño, cuando las hojas son más intensas, puede que haya mucha más gente en los cruceros.

En la zona no falta buena comida y bebida. El Seishu es una especie de sake refinado, y la destilería Shinrai lleva perfeccionando su arte desde 1716. Prueba los panecillos de frijol rojo al vapor que se venden en la zona, con un sutil aroma alcohólico.