YAMAGATA Ciudad de Yamagata Una base perfecta para aventuras alpinas y nieve en polvo

La capital de la prefectura de Yamagata en la ciudad de Yamagata es un centro cosmopolita que permite a los visitantes adentrarse en un rincón fascinante de Japón con una rica cultura, aguas termales relajantes, montañas elevadas y pistas de esquí.

Puedes llegar fácilmente a la ciudad de Yamagata desde Tokio en un trayecto de unas 2 horas y media a través de la línea Yamagata Shinkansen.

Los vuelos desde Tokio al aeropuerto de Sendai tardan 1 hora. Desde el aeropuerto se puede coger un autobús directo, que tarda alrededor de 1 hora y media. Como alternativa, puedes volar desde Tokio hasta el aeropuerto de Yamagata. Los autobuses tardan unos 30 minutos hasta la ciudad.

La capital de la prefectura de Yamagata, que cuenta con un cuarto de millón de habitantes, es un buen punto de partida para comenzar tu aventura en el norte de Japón.

A una breve distancia desde la estación, el parque Kajo, dentro de las murallas del Castillo Yamagata , acoge diferentes eventos a lo largo del año. Cada primavera el parque se llena de visitantes que hacen pícnic y observan los cientos de cerezos en flor.

Las cerezas son la exportación más famosa de la zona y se cultivan en huertos de la región de Yamagata.

En el apogeo de la temporada a mediados de junio, los amantes de las cerezas llegan a la ciudad para la celebración anual del festival de cerezos de Yamagata . Con numerosas variedades, dulces rellenos de cerezas e incluso un concurso de escupir huesos de cereza, el festival representa el Yamagata estival por antonomasia.

El Festival Yamagata Hanagasa en verano es un despliegue de bailes tradicionales y el Festival Imoni en otoño consiste en una fiesta al aire libre en la que se sirven enormes cantidades de Imoni, un popular plato regional. Cualquiera de estos acontecimientos te brindará la oportunidad de profundizar en la cultura japonesa.

Fundados en el siglo IX, los templos secundarios de Yamadera salpican las laderas del monte Hoshu a tan solo 25 minutos de la ciudad. Un ascenso de 1000 escalones a través de un místico bosque de cedros te llevará al complejo del templo que hay en la cima, donde podrás disfrutar de unas magníficas vistas, consideradas unas de las mejores del norte de Japón.

El otoño es una época maravillosa para visitar del templo Yamadera. El paseo hasta la cima es realmente placentero, arropado por una frondosa vegetación llena de color y unas temperaturas agradables.

Kaminoyama Onsen se remonta a 1400, cuando, según la leyenda, un monje vio a una grulla herida bañándose en las aguas curativas donde nació esta ciudad de aguas termales. Ubicados a los pies del monte Zao , sus cuatro baños públicos están abiertos para el disfrute de sus aguas.

Cuando hayas terminado, dirígete al Castillo Kaminoyama para disfrutar de las vistas de la ciudad y las montañas que la rodean. El castillo, originalmente construido en 1535, fue la sede del dominio Kaminoyama. Hoy alberga un pequeño museo que rinde homenaje a los señores de la guerra que una vez gobernaron la región.

Tendo es la meca de la fruta de Yamagata, hogar de vastos huertos de manzanas, melocotones, peras y, por supuesto, cerezas. También es uno de los principales centros termales de la prefectura, con muchos baños al aire libre.

Para los fanáticos del shogi, el ajedrez japonés, en la ciudad se fabrica la gran mayoría de las piezas utilizadas en este juego. Su creación es un arte local altamente desarrollado que se remonta cientos de años.

El monte Zao es uno de los lugares turísticos más populares del norte de Japón, excelente para hacer excursiones en verano, esquiar en la estación de esquí de Zao Onsen en invierno y disfrutar de sus fascinantes baños en su onsen homónimo, abierto todo el año.

En el monte Zao también se da un fenómeno conocido como «monstruos de nieve» , donde los árboles en las laderas superiores adquieren formas espeluznantes por la pesada nieve que los cubre y el azote de los vientos siberianos.

A esta zona de la montaña se puede acceder a través de telesilla y teleférico, y los árboles están iluminados por la noche. También puedes contemplar las vistas desde una cálida cafetería al abrigo del frío. Los monstruos de nieve adquieren su forma más feroz a mediados de febrero.