El santuario sintoísta más sagrado de Japón
Para los japoneses no hay lugar más sagrado que el Naiku de Ise-jingu. Visitar este lugar es una oportunidad especial para conectar con el corazón y el espíritu del pueblo japonés.
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Cómo llegar
Desde Geku, en el centro de Ise , se puede acceder a Naiku en un trayecto de unos 10 o 15 minutos en autobús.
Si viajas en tren desde cualquier otra parte, la estación de Isuzugawa es la más cercana. Desde la estación salen autobuses con bastante frecuencia y te acercarán en tan solo 6 minutos.
La línea Kintetsu lleva hasta la estación de Isuzugawa desde las principales ciudades de la zona. Desde Nagoya se tarda alrededor de 1 hora y media, 1 hora y 50 minutos desde Osaka-Namba, y unas 2 horas y media desde Kioto.
La importancia de Ise-Jingu
Naiku es el edificio más destacado de todo el complejo de Ise-jingu. Según estudios recientes, se construyó en el siglo IV, aunque algunas de sus estructuras se podrían haber levantado hasta un siglo antes.
Su importancia radica en su conexión con los orígenes místicos de Japón y su consagración a Amaterasu Omikami, la deidad afín al sol y la más venerada de la religión sintoísta.
Los emperadores de Japón son sus descendientes directos, incluido el actual sucesor del Trono del Crisantemo, o trono Imperial de Japón. La sacerdotisa sagrada de Ise-Jingu debe tener parentesco con la familia imperial y el propio emperador viene a visitarlo en ocasiones especiales por asuntos de gran importancia de la Casa Imperial y de la nación.
Dentro del edificio del santuario principal de Naiku, está consagrado como símbolo de Amaterasu Omikami un Espejo Sagrado llamado Yata-no-kagami, que es una de las Tres Regalias Imperiales indispensables para la sucesión al Trono Imperial. Según el mito sintoísta, este espejo se utilizó para atraer a Amaterasu fuera de una cueva en la que se había escondido debido al comportamiento ofensivo de su hermano menor.
Cuándo ir
El Naiku es un lugar popular durante todo el año, pero está especialmente concurrido durante la celebración de Año Nuevo, ya que, muchos japoneses suelen visitar los santuarios sintoístas para rezar por un año nuevo lleno de buena suerte.
De hecho, la mayoría de los japoneses intentan peregrinar a Ise al menos una vez en la vida, y el Año Nuevo se considera un momento especialmente propicio para visitarlo.
Si estás en Japón en abril o hacia finales de septiembre, puedes asistir al Festival Kagura, en el que se ofrecen espectáculos de danza y música ancestral japonesa dedicados a Amaterasu Omikami.
Un portal hacia el mundo espiritual
Para acceder al recinto de Naiku tendrás que cruzar el puente Ujibashi, construido en madera.
Nada más atravesarlo te parecerá que viajas al pasado, siendo la bandera de Japón el único signo visible de modernidad. Suele reinar un clima solemne y sobrenatural.
En cada extremo del puente hay una puerta tradicional torii y ambas actúan como límite entre el mundo secular y el divino. Los visitantes no deben caminar por el centro.
Ciclo de renovaciones
El Naiku, el puente Ujibashi y otras importantes estructuras, se reconstruyen por costumbre cada veinte años desde el siglo VII.
Sin embargo, la reconstrucción se suspendió temporalmente durante la época medieval (siglo XV al XVI). La última fue en el año 2013. Cada reconstrucción dura unos ocho años.
Modesto pero imponente
La estructura está elaborada a partir de madera de ciprés japonés sin barnizar procedente de la zona de Kisodani, en la prefectura de Nagano . En los últimos años, alrededor del 20% del total de la madera proviene de las montañas que rodean a Naiku.
En contraste con el tono bermellón que puede apreciarse en otros conocidos santuarios, como el de Fushimi Inari Taisha en Kioto , el Naiku presenta un aspecto bastante más simple y discreto.
Cuando te acerques al edificio principal verás una cortina que lo tapa, porque la gente de a pie no debe mirarlo directamente.
El camino de vuelta
Después de presentar tus respetos, te esperan una gran variedad de comida, recuerdos, artesanía y mucho más en el tradicional barrio de los peregrinos, cerca de Naiku, donde también se ubican la evocadora calle Oharaimachi y la zona de Okage Yokocho.
Entre otros lugares de interés en las inmediaciones destaca la elitista e histórica pensión Hinjitsukan , hoy convertida en un museo. Dirígete al sur hacia la ciudad de Toba y encontrarás el acuario de Toba .
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