Shiobara Onsen 塩原温泉郷

La aldea Shiobara Onsen yace en un valle fluvial en el margen montañoso más septentrional de Tochigi . Su proximidad a Tokio, la diversidad de sus baños y la altitud en la que se ubica la han convertido en un atractivo destino entre aquellos que desean escapar del bullicio de la ciudad.

A Shiobara Onsen se puede llegar desde Tokio en tren y autobús.

Toma el shinkansen o tren bala desde la estación de Tokio o la de Ueno, en la línea JR Tohoku, y bájate en la parada de Nasushiobara, situada a unos 70 minutos.

Una vez allí, toma el autobús JR Kanto con destino a Shiobara Onsen. Según en qué parada te bajes, el viaje dura poco más de 1 hora.

La historia de Shiobara Onsen se remonta al siglo XIX. Desde su creación, esta localidad ha sido lugar de recreo y reflexión de escritores y artistas.

Gigantes de la literatura como Natsume Soseki y Ozaki Koyo han sido algunos de sus huéspedes, y hay más de 50 monumentos dedicados a escritores célebres que han visitado la zona repartidos por toda la ciudad.

Según los lugareños, la enorme variedad de fuentes termales de la aldea hace de ella un lugar privilegiado, y es que este lugar cuenta con nada menos que once fuentes termales repartidas por la zona, a las que se conoce como las Once Fuentes Termales de Shiobara.

La diversidad se aplica incluso hasta a la forma en la que el agua alimenta los baños, ya sea a través de grietas en las rocas o emergiendo desde abajo. Algunos baños realzan el color de las aguas de forma natural para aumentar la relajación.

También el contenido mineral del agua varía de unas fuentes a otras, algunas de las cuales contienen una combinación de elementos con propiedades terapéuticas concretas.

La gente a menudo elige sus baños según su dolencia física o estado de ánimo. Por solo unos cientos de yenes el baño, Shiobara Onsen es un lugar estupendo para ir de baño en baño y elegir el que más te guste.

Si quieres vivir la experiencia completa de los baños termales, asegúrate de hacer una reserva en un ryokan, o posada japonesa, cuyas estancias incluyen alojamiento, cena, desayuno y acceso ilimitado a los baños.

Entre baño y baño, disfruta de la naturaleza paseando por la ribera del río Hoki y entre las laderas boscosas del precioso valle. El agua se precipita desde lo alto de las montañas formando hasta 100 cascadas en los alrededores, mientras el río se abre paso por el valle, atravesado por puentes colgantes desde donde podrás admirar este espectacular enclave natural.