Fusión de historia y cultura pop moderna en Tokio
Este santuario sintoísta, rodeado por un frondoso bosque en el mismo corazón de Tokio , está dedicado al emperador Meiji (1852-1912) y a la emperatriz Shoken, quienes hicieron que Japón se convirtiera en una nación moderna.
Meiji Jingu debería ser una de tus primeras paradas en la ciudad de Tokio, porque toda visita a los bulliciosos barrios de Shibuya y Harajuku combina a la perfección con un relajado paseo por los populares caminos que conducen al santuario principal.
No te pierdas
- El museo de Meiji Jingu y sus numerosos artículos usados o bien relacionados con el emperador Meiji y la emperatriz Shoken
- El jardín interior, un «lugar de poder» escondido
- El Gran Festival de Primavera del santuario, entre finales de abril y principios de mayo
Cómo llegar
Meiji-jingu se encuentra junto a las estaciones de Harajuku y Meiji-jingumae.
Si viajas en el JR, toma la línea Yamanote hasta la estación de Harajuku. Si viajas en metro, toma las líneas Chiyoda o Fukutoshin hasta Meiji-jingumae. El santuario queda a 10 minutos de ambas estaciones.
Datos breves
El santuario celebró su centenario en 2020
Más de 100 000 árboles fueron donados desde todo Japón y plantados por jóvenes voluntarios para crear el bosque que rodea el santuario
Cien años de historia
El santuario se construyó en 1920 para conmemorar las virtudes del emperador Meiji y la emperatriz Shoken.
El emperador Meiji llevó a la nación a establecer relaciones con algunas de las grandes potencias del mundo. Al igual que muchos otros lugares importantes de Tokio, los edificios del santuario fueron destruidos durante la Segunda Guerra Mundial, pero se reconstruyeron gracias a la recaudación de fondos públicos.
Sal de la ciudad para adentrarte en el entorno natural
Después de pasar la estación de Harajuku, entrarás en el bosque por un camino que conduce hasta el santuario principal. Árboles prominentes cobijan el corto paseo hasta las puertas frontales del santuario, al mismo tiempo que aíslan la zona del tumulto y el ruido de la ciudad.
Cruza la puerta torii para entrar en el recinto del santuario, donde te parecerá imposible de creer que estés en medio de una de las ciudades más ajetreadas del mundo. Este apacible bosque artificial cuenta con unos 100 000 árboles de diferentes especies, donados desde todo Japón.
Sumérgete en las tradiciones del santuario
En el centro de este bosque urbano se halla el complejo de Meiji Jingu. Si acabas de llegar a Tokio, es una buena opción para visitar tu primer santuario. Hay numerosas indicaciones en inglés para que te resulte más sencillo participar en los tradicionales rituales sintoístas, como hacer ofrendas o rezar en el santuario principal, escribir tus deseos en una tablilla de madera ema o comprar tu amuleto.
El «lugar de poder»
El jardín interior ocupa el extremo sur del complejo y a menudo pasa desapercibido por los visitantes, si bien conforma una parte importante del santuario. El emperador y la emperatriz solían visitar los jardines de lirios y es uno de los motivos por los que se construyó aquí Meiji Jingu.
Hay que pagar entrada para poder acceder al jardín, pero serás recompensado con un exquisito laberinto de escénicos senderos de montaña, tradicionales macizos de lirios y una típica casa de té japonesa. El pozo de Kiyomasa, cuyo nombre es en honor al famoso caballero que lo cavó 400 años atrás, es considerado un «lugar de poder» que la gente visita para recibir positividad y energía fortalecedora.
Un centro para festivales y eventos
Gracias a su céntrica ubicación y su rica historia, en el santuario Meiji Jingu se celebran diversos festivales a lo largo del año.
Empiezan en Año Nuevo, en el que se concentran casi tres millones de visitantes deseando un año lleno de fortuna, y terminan con el ritual Joya-sai el 31 de diciembre. En casi cualquier época del año tiene lugar algún acto.
Si te encuentras en Tokio entre finales de abril y principios de mayo, no te pierdas el Gran Festival de Primavera, en el que podrás presenciar increíbles actuaciones de música y bailes ceremoniales. Si tu visita no coincide con ningún festival, lo más seguro es que puedas ser testigo de alguna boda sintoísta tradicional en Meiji Jingu. Así que estate atento para no perderte la procesión.
Además, en el parque de Yoyogi que lo rodea (situado junto al Meiji Jingu), también se celebran diversos festivales modernos, ferias de alimentación y actuaciones a lo largo del año.
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