La quintaesencia de las galerías comerciales japonesas junto al templo Sensoji
Disfruta del antiguo Tokio en una de las calles comerciales más antiguas de Japón, Nakamise-dori, cuyos orígenes se remontan al siglo XVII. La mayoría de las tiendas de esta galería son propiedad de las mismas familias desde hace varias generaciones y venden recuerdos, comida callejera de primera calidad e irresistibles bocados.
Cómo llegar
Nakamise-dori está a 5 minutos a pie de la estación de Asakusa, hasta la que llegan las líneas Ginza, Asakusa y Tobu Skytree. También está a escasos 10 minutos a pie de la estación de Tawaramachi, en la línea Ginza. La forma tradicional de acercarse a la calle comercial es a través de la puerta Kaminarimon.
Entra en el corazón de la vieja Asakusa
Justo después de pasar por Kaminarimon, verás Nakamise-dori abriéndose paso hacia la puerta Hozomon. Allí te encontrarás con 90 puestos distintos compitiendo por atraer tu atención, en los que se vende de todo, desde espadas samurái hasta helado de té verde matcha. Los días festivos, la galería se decora con elementos de temporada: flores de ciruelo de seda y cometas en Año Nuevo, hojas de tonos llamativos en otoño y flores de cerezo en primavera.
Repleto de farolillos y con compradores en kimono, este es, sin duda alguna, uno de los lugares más coloridos de Tokio.
Caprichos exquisitos y compras
No dejes escapar la oportunidad de probar la mejor comida callejera de la ciudad en un solo lugar. Los ningyoyaki —unos pequeños y esponjosos pasteles rellenos de pasta de alubias rojas, con forma de famosos monumentos de Asakusa— y las galletas de sembei recién tostadas son dos de las delicias locales. Déjate llevar por el olfato para encontrar las jugosas croquetas de carne fritas, el pan de melón dulce o el refrescante helado de matcha entre los puestos.
Entre los recuerdos más populares están los gatos de la suerte —maneki neko—, accesorios para el cabello, elegantes abanicos de todos los colores y tamaños, y sombrillas japonesas hechas a mano.
Una visión en la oscuridad
Aunque el templo y las tiendas cierran alrededor de las 17:00, vale la pena visitar la calle comercial para admirar las pinturas de sus cierres, en las que se representan diferentes festivales, imágenes de temporada y escenas del antiguo Japón. Además, el salón principal y la pagoda del templo Sensoji se iluminan después de la puesta del sol, así que puedes visitar estos emblemáticos monumentos con calma.
* La información mostrada en esta página podría cambiar debido a la COVID-19.