El icónico templo de Kioto ofrece mucho más que unas vistas espectaculares
El templo Kiyomizudera, en lo alto de una pequeña montaña situada al este de Kioto, ofrece unas vistas espectaculares de la ciudad. El escenario del templo, sostenido por enormes pilares, es una de las imágenes más conocidas de Japón, sin embargo, este templo no solo gira en torno a unas hermosas vistas, ya que la visita empieza a disfrutarse mucho antes de llegar hasta él.
No te pierdas
- El ambiente de camino a Kiyomizudera
- El santuario Jishu, consagrado al dios del emparejamiento
- La posibilidad de beber agua de las cascadas de Otowa para atraer la buena suerte
Cómo llegar
A Kiyomizudera se puede llegar en las líneas 100 o 206 de autobús que van desde la
estación de Kioto hasta la parada de Gojozaka o Kiyomizu-michi, ambas situadas a los pies de la colina a unos 10 minutos a pie del templo.
El único camino es hacia arriba
Aunque las colinas hasta el templo son bastante empinadas, la subida es una experiencia gratificante.
Desde Gion salen las calles de Ninenzaka y Sannenzaka, dos callejuelas estrechas y reservadas casi exclusivamente a uso peatonal, que conducen a Kiyomizudera.
Ambas están llenas de tiendas, muchas de las cuales son de recuerdos y de alimentación. En algunas se vende la cerámica tradicional Kiyomizu-yaki y el yuba, un alimento hecho a base de soja similar al tofu. En otras se venden artículos especiales, como las horquillas de madera que se suelen llevar con los clásicos kimonos, e incluso fuegos artificiales tradicionales de Japón.
Como alternativa, puedes tomar la línea Keihan hasta la estación de Kiyomizu-Gojo y, desde ahí, caminar por Gojozaka.
Kioto a vista de pájaro
En la sala principal del templo de Kiyomizudera se encuentra su elemento más famoso, un balcón construido sobre una estructura de madera y sin clavos al más puro estilo japonés de una altura de 13 metros desde el suelo.
Este porche suele estar muy concurrido, pero merece la pena hacer la cola para sacar una foto con la ciudad de Kioto de fondo.
El santuario Jishu
Detrás del vestíbulo principal, se encuentra el santuario Jishu, conocido porque ser un lugar donde se viene a rezar para pedir fortuna en el amor. Frente al santuario, en el suelo, hay dos piedras de gran tamaño: si consigues caminar de una a la otra con los ojos cerrados, se dice que encontrarás el amor verdadero.
El salón Okunoin
Por encima del santuario Jisho se encuentra Okunoin, otro santuario interior del complejo con un balcón más pequeño que el de la sala principal. Desde aquí, puedes sacar fotos estupendas de la sala principal con la ciudad de Kioto de fondo.
Las cascadas de Otowa
Estas cascadas, situadas en la base del salón principal del templo, se dividen en tres arroyos. Los visitantes utilizan un cazo especial dotado de un mango largo para beber agua de uno de los arroyos.
Sin embargo, dichos cazos son de uso público, por lo que quizás sea mejor verter el agua en las manos y beber de ellas, en lugar de hacerlo del propio cazo. Si usas el cazo, al terminar, déjalo en el esterilizador de rayos UV para que esté limpio para la siguiente persona.
Un templo para todas las estaciones
Kiyomizudera ofrece unas vistas maravillosas en todas las estaciones del año. Todas las épocas son buenas para visitarlo: durante la primavera, las laderas se cubren de cerezos en flor; en verano, se tapizan de un intenso color verde que deja paso a un colorido paisaje otoñal, para llegar al invierno con sus delicados árboles. El templo acoge varios eventos durante la primavera y el otoño en los que la iluminación es la protagonista.
El salón principal del templo Kiyomizudera fue renovada en el año 2020.
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