Vive la experiencia de las auténticas posadas y las fuentes termales rústicas de Japón en este pintoresco pueblo a orillas del río
En Kumamoto abundan las fuentes termales naturales, pero pocas son tan famosas como el pueblo de Kurokawa Onsen. En este pueblo de montaña hay unos treinta ryokan onsen, y en ellos experimentarás la quintaesencia de la cultura japonesa. Aquí puedes darte el gusto de disfrutar de la naturaleza y los baños onsen, banquetes kaiseki de varios platos y habitaciones con suelo de tatami.
La mejor manera de disfrutar de Kurokawa Onsen es alojándote en una de las posadas, con una yukata de algodón fino y paseando por las calles con las antiguas sandalias seta.
No te pierdas
- Ir a los diferentes baños vestido con yukata
- Explorar las cafeterías y tiendas tranquilas del pueblo
- Disfrutar comprando recuerdos locales
Cómo llegar
No todas las líneas de tren paran en Kurokawa Onsen, pero puedes llegar directamente en autobús regional desde la ciudad de Fukuoka .
Los autobuses directos salen tanto del aeropuerto de Fukuoka como de la estación de Hakata, a la que puedes llegar en tren bala desde Osaka y Tokio. Desde la estación de Kumamoto, la estación de Aso es la parada local más cercana a Kurokawa Onsen, pero desde allí tendrás que tomar un taxi o un autobús.
Ir en coche es cómodo, pero ten cuidado con las calles pequeñas y sinuosas y ten en cuenta que el aparcamiento de los alojamientos es limitado, reservado en su mayoría para los huéspedes que pasan la noche.
Si estás de visita solo durante el día, es mejor que uses el aparcamiento público.
Un paisaje urbano clásico
Este pueblo idílico, situado en un valle rodeado de verdes colinas cubiertas de niebla, es un lugar maravilloso para dar un paseo, incluso si no te apetece darte un chapuzón. A diferencia de otros complejos turísticos japoneses, la atmósfera simple y tradicional de Kurokawa Onsen siempre ha estado muy bien preservada y parece otro mundo, totalmente alejado de las calles llamativas y abarrotadas de las ciudades más grandes de Japón.
Además de las pensiones y las fuentes termales, es una zona ideal para hacer bonitos recorridos en bicicleta con rutas panorámicas, con mapas disponibles en inglés en el centro de información de Kurokawa Onsen. Si hace buen tiempo, en unas cuantas horas de senderismo disfrutarás de vistas espectaculares del paisaje montañoso y, después, podrás relajar tu cansado cuerpo en uno, o más, de los baños.
Onsen de diseño sofisticado
Lo primero que deberías hacer al llegar es hacerte con el pase Nyuto Tegata para poder entrar a varios onsen. Por 1300 yenes, o 700 para los niños, puedes visitar hasta tres baños distintos. Compra tu pase en el centro de información y, de paso, hazte con un folleto en inglés que te vendrá muy bien. No dudes en pedir recomendaciones.
En Kurokawa Onsen hay 28 fuentes termales, muchas de ellas cerca del aparcamiento del centro de información. Hay fuentes termales dentro de cuevas y hay fuentes termales desde donde puedes ver cascadas, además de muchas otras. Si quieres evitar a las multitudes, prueba un onsen a la salida del pueblo, como Hozantei, enclavado en un entorno natural rústico con vistas maravillosas a la orilla del río, o Yamamizuki, un espacioso onsen situado junto al río.
Propiedades curativas
Los baños terapéuticos de Kurokawa Onsen, cuyas aguas brotan directamente de los manantiales subterráneos, son populares desde hace más de 300 años, y se cree que sus aguas de manantiales ricas en minerales tienen propiedades curativas. En los distintos baños hay diferentes composiciones minerales y se dice que cada uno tiene beneficios distintos para la salud.
El agua de las fuentes geotermales se ajusta para que sea cómoda para los bañistas, aunque puede que los visitantes todavía encuentren la temperatura demasiado alta. La mayoría de los onsen tienen piscinas más frías o baños exteriores que ayudan a mejorar la circulación. A menudo, en los baños privados hay un grifo con agua fría para bajar la temperatura del baño.
Tómate un descanso y disfruta de las abundantes aguas termales y de los recorridos por la ciudad. Aunque es tentador pasar mucho tiempo en el baño, mucha gente se da cuenta de que no necesita más de una hora en cualquiera de los onsen. Se recomienda tomar el agua potable que está disponible en los vestuarios para que estés hidratado.
Código de vestimenta de los onsen
Aunque hay varios baños mixtos, normalmente encontrarás baños separados para hombres y mujeres, ya que todo el mundo se baña desnudo. No se permite llevar traje de baño, ni ropa, ni joyas en las fuentes termales, y se deben cumplir estrictamente normas como lavarse a conciencia antes de entrar al agua pública y recogerse el pelo si puede llegar a tocar el agua.
Ten en cuenta que los visitantes con tatuajes a menudo no pueden usar las fuentes termales públicas a menos estén cubiertos antes de entrar, pero confírmalo con antelación con el centro de información o con la pensión en la que desees alojarte. También te recomendamos probar un baño privado, que se puede alquilar.
Tiempo para ti en un espacio privado
Kurokawa Onsen es muy famoso por el bonito paisaje de sus baños al aire libre pero, si lo tuyo no es bañarte desnudo delante de extraños, tienes la opción de alquilar un baño privado. Por 1000 a 2000 yenes la hora, puedes disfrutar de las aguas en soledad en un baño privado pequeño. Sin embargo, estos baños son muy populares y, es posible que tengas que esperar, especialmente en fin de semana o en festivos.
Hazte con algunos productos locales
Entre baño y baño, hay muchas tiendas y restaurantes que explorar en Kurokawa Onsen. En el pueblo hay multitud de sitios para comprar recuerdos. Puedes comprar calzado para la nieve o sales de baño y así revivir la sensación onsen en casa, o comprar otros regalos hechos allí como cerámica artesanal, telas estampadas, galletas senbei y sake.
En Kurokawa hay un pase para probar sake y shochu, un licor parecido al sake pero más fuerte, en tres bares distintos del pueblo. Acaba el día de relajación por la noche tomando deliciosas bebidas locales antes de volver a tu cómoda habitación de tatami. Al final de tu estancia, puedes dejar los vales de baño que te sobren en el templo local o llevártelos de recuerdo.
Cuándo ir
Ni que decir tiene que Kurokawa Onsen está lleno de gente durante las temporadas altas, en concreto en los períodos de Año Nuevo, la Semana Plateada y la Semana Dorada. Aunque es bueno evitar las multitudes, algunas épocas del año son precisamente famosas porque el paisaje se pone precioso, como la de los cerezos en flor en primavera o la del cambio de las hojas en otoño. En concreto, las épocas buenas para visitar son el otoño, por el clima templado, y el invierno, cuando el clima es frío.
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